La enfermedad de Alzhéimer es el tipo más común de demencia. Este tipo de demencia se presenta en torno a un 70% de los casos de demencia.
Es una patología neurodegenerativa que hace que el cerebro se atrofie y pierda neuronas progresivamente.
En la mayoría de los casos se diagnostica a partir de los 65 años aunque puede tener manifestación clínica mucho antes.
La progresión de la enfermedad es muy diferente en cada caso, puede que presente síntomas desde edades tempranas y la enfermedad progrese de manera muy rápida o bien, presente algunos síntomas y se vaya manteniendo relativamente estable y el avance sea progresivo.

Es posible, que antes de recibir el diagnóstico como enfermedad tipo Alzheimer la persona reciba un diagnóstico como deterioro cognitivo leve. Este tipo de diagnóstico, no en todos los casos derivará en una demencia tipo Alzheimer. En tal caso, es importante que además del tratamiento farmacológico, se inicie el tratamiento en estimulación cognitiva para ralentizar el avance de la patología.

Es importante mencionar que en la actualidad esta patología no tiene cura pero sí tratamiento para ralentizar la evolución, preservar el estado y tener una óptima calidad de vida. El tipo de tratamiento es farmacológico, que será indicado por un profesional de la neurología así como tratamiento en estimulación cognitiva. Este tipo de entrenamiento en estimulación cognitiva lo ha de pautar un profesional de la neuropsicología para adecuar el tipo de entrenamiento y la frecuencia a la persona en cuestión.

Algunas de las señales de alerta que pueden indicar una posible Enfermedad de Alzheimer son:

1. Pérdidas de memoria en actividades de la vida diaria y que dificultan poder desempeñarlas con autonomía. Por ejemplo, perder las llaves, dejar el gas abierto, etc.
2. Dificultad en la planificación y resolución de problemas de la vida diaria: Por ejemplo, dificultad en gestionar toma de medicación, dificultad en gestionar la organización de asistir a citas médicas, dificultad en manejo de la economía, dificultad en seguir los pasos de una receta de cocina, etc.
3. Dificultad para llevar a cabo actividades de la vida diaria que anteriormente realizaba sin suponer un gran esfuerzo. Por ejemplo, dificultad en orientarse para ir a un lugar conocido, dificultad para seguir un juego de mesa que antes era conocido, etc.
4. Dificultad en la orientación temporal. Es decir, olvidar el día, mes, año o estación en la que está y no darse cuenta después del error.
5. Dificultad visual o perceptiva para comprender imágenes. Es común que puedan aparecer dificultades del tipo visuales. Por ejemplo, para leer, percibir distancias, o colores. Pueden aparecer dificultades en la conducción de un vehículo.
6. Problemas de lenguaje verbal o escrito. Por ejemplo, olvidarse del nombre de un objeto y no recordarlo después, cambiar el nombre de un objeto por otro, dificultad para seguir el hilo de una conversación con varias personas, olvidar el nombre de familiares o personas conocidas, etc.
7. Colocar objetos en lugares no adecuados. Por ejemplo, colocar una prenda de ropa en la cocina o similares, incluso, acusar a familiares de “robar” objetos personales. Este síntoma suele ocurrir en fases más avanzadas.
8. Dificultad en tomar decisiones adecuadas al contexto. Por ejemplo, mostrarse irritables al tener que gastar dinero en cuestiones necesarias para la vida (servicios médicos, alimentación, ropa, etc.) o gastar grandes cantidades de dinero en cosas innecesarias (gastar dinero en compra de servicios telefónicos, etc)
9. Mostrarse con poco interés en actividades sociales o familiares. Por ejemplo, perder la iniciativa por realizar ejercicio físico, mental o actividades sociales o familiares. Mostrarse desmotivado o pasivo para las actividades de la vida diaria.
10. Cambios de humor o personalidad. Por ejemplo, mostrarse ansioso, temeroso, deprimido o aislado. Depende mucho de la persona en cuestión. Pero en general se muestran cambios en el comportamiento sin causa aparente.

Si nota alguno de estos signos comunes o similares es importante acudir a profesionales. En INA Memory Center acompañamos desde el inicio de estos síntomas para acompañar en el proceso de diagnóstico así como en las fases en las que ya tiene un diagnóstico y necesita hacer tratamiento para paliar los síntomas de la patología.

Asesoramos y orientamos en tratamiento farmacológico por profesional de la Neurología así como tratamiento en estimulación cognitiva de manera individualizada y personalizada a cada caso por profesionales de la Neuropsicología.

Si tiene o conoce alguna persona con algún síntoma compatible con esta enfermedad puede contactar con nuestro equipo de profesionales para que le informen personalmente sobre nuestro tratamiento del Alzheimer.